domingo, 10 de abril de 2011

BIOGRAMAS - Plataforma Editorial



Biogramas

Concebida la vida en nuestro planeta como una partitura biológica, esta colección se desarrolla por dos andariveles confluyentes.

Uno de ellos está sostenido por los principios de la
«ecología social», para la que resulta ineficaz centrarse en la queja y la protesta de corte ambientalista, pero resulta prioritario, en cambio, proponer ideas, actitudes y dinámicas que contribuyan netamenmte a superar comunitariamente serios problemas agravados por el calentamiento global y la destrucción del medioambiente.

La otra vía temática pone el foco en la «vida sana», pero en vez de transitar caminos trillados por desgastados rituales de «autoayuda», asume la necesidad de enriquecer el acto vital, de afinar la propia existencia en sintonía con la sociedad, a fin de contribuir a la expansión de ideales comunitarios. Así, se exponen pautas de conducta y parámetros para ser y convertirse en humanos plenos.

Estamos frente a un proceso que, para su comprensión, no puede renegar de una condición inicial: una composición de lectura biogramática ancestral acechada por sucesivas influencias de modelizaciones culturales. Nos encontramos con que el principal activador para el desarrollo de este proceso es la tendencia hacia intervenciones basadas en actos de desobediencia con el sistema vigente de respuestas establecidas, principalmente, dentro del campo de lo permitido. No nos queda más remedio que asumir el hecho de que los errores en los procesos están allí para descubrirlos, como un desafío del pensamiento abierto y generativo. O sea, una afinación de la vida personal y social.


Miguel Grinberg


Biogramas se publica bajo el sello Ediciones Pausa, de la Editorial Capital Intelectual. Se distribuye en buenas librerías de la Argentina. En caso de no hallar nuestros títulos, recurrir a:

Ediciones Pausa - Acuña de Figueroa 459. (1180) Buenos Aires, Argentina. Teléfono: (5411) 4866-1881




sábado, 6 de marzo de 2010

Rolando Toro Araneda está Biodanzando ante Dios...

Enviado el miércoles, 17 febrero, 2010

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A nuestra querida Familia de Biodanza: Con gran pena comunicamos la partida de Rolando Toro Araneda: Nuestro querido bisabuelo, abuelo, padre, esposo, hermano, amigo, Maestro, compañero, creador de nuestra Gran Ronda Biodanza, su gran poema.

Lo acompañamos el Jueves 18 de febrero desde las 14:00 a 21.00 horas en su viaje a danzar con las estrellas. En Diego de Almagro 5326, metro Príncipe de Gales Comuna de Ñuñoa.

Lo devolvimos al Gran Abrazo de su amada Madre Tierra, en el Cementerio Parque del Recuerdo. Av. Américo Vespucio 555, el Viernes 19 de Febrero, AL MEDIODÍA.



viernes, 11 de septiembre de 2009

UNA MUTACION PORTENTOSA



A grandes rasgos, los humanos como especie estamos atravesando una de las mayores transformaciones imaginables en el orden evolutivo del universo. Estamos dejando atrás la etapa que hace unos once mil años dio paso a la llamada “revolución neolítica”.

No se trata de un relato de ciencia ficción sobre “otra realidad” cimentada sobre alguna fantasía sin asideros. Es el futuro de nuestra experiencia en la Tierra, que algunos ya denominan “revolución noética”. Por ejemplo, en su libro L’Age de la Connaissance (2005, La Era del Conocimiento), el pensador Marc Halévy expresa que la nuestra especie se encuentra en los umbrales de una genuina revolución noética cuyos fundamentos serán el talento, la creatividad, la imaginación, la intuición y la capacidad de transmitir ese conocimiento mediante una nueva educación.

Neolítico significa “piedra pulimentada”, se aplicó al tercer y último período de la Edad de Piedra y se entiende por revolución neolítica (anterior a la Edad de los Metales) un trascendental cambio por el cual, tras decenas de miles de años de caza, pesca y recolección; la humanidad comenzó a practicar actividades agropecuarias, unos nueve mil años antes de Cristo. Sus características fueron: la sedentarización, la agricultura, la ganadería y la cerámica; y el inicio de las navegaciones. Al llegar a su madurez se inició la formación de sociedades urbanas. A partir del siglo XVIII de la era actual, en algunos países la industria pasó a ser la actividad fundamental, sentando las bases económicas que consolidaron la revolución industrial, ahora en estado crítico.

La palabra "noético" deriva de la raíz griega nous que significa "conocimiento, inteligencia, espíritu". Ha dado base a otros términos como noosfera (Pierre Teilhard de Chardin) o noología (Edgar Morin). En inglés, se utiliza con gran frecuencia en el ámbito estadounidense donde en Sausalito, California funciona un Instituto de Ciencias Noéticas fundado por el ex astronauta Edgar Mitchell. En francés, "noese" se usa con frecuencia como un adjetivo en círculos de estudios fenomenológicos (donde es definido el proceso de “conocer”) y también entre los semiólogos como “referente al conocimiento”.

La revolución noética fue preanunciada por pensadores como Henri Bergson, Albert Einstein y Werner Heisenberg, entre otros, y viene siendo configurada por Edgar Morin, Ilya Prigogine, Trinh Xuan Thuan, Ervin Laszlo, Hubert Reeves, Jacques Lesourne, Henri Atlan y muchos más. Entre nosotros, Hugo Rodríguez. El paleontólogo Teilhard documentó el modo en que la evolución cósmica (de la cual somos parte) ha pasado sucesivamente de la Energía a la Materia, de la Materia a la Vida, y actualmente de la Vida al Pensamiento) por consiguiente, al Conocimiento.

Quienes han explorado los potenciales anidados en la consciencia humana, mediante la meditación integral o los estados alterados de consciencia, revelan otras latitudes del conocimiento evolutivo. Es el principio de la mutación portentosa que fecunda el alba de la revolución noética. El principio de una era inédita.

Miguel Grinberg



miércoles, 2 de septiembre de 2009

SIGLO COMPLEJO


Miguel Grinberg
02.09.2009

Diario CRITICA de la Argentina

El pasado 27 de agosto tuvo lugar, en Santiago de Chile, la presentación de un libro escrito por la psicosocióloga argentina María Teresa Pozzoli, académica en diversas universidades de América y Europa desde hace 25 años. La obra se titula Pensar de nuevo (Ensayos sobre pensamiento complejo) y fue publicada por la editorial Universidad Bolivariana (UB) de Chile. El acto se realizó en el aula magna de la Universidad Católica Silva Enríquez de la capital chilena. Promovido por el pensador francés Edgar Morin, e implantado en numerosos centros universitarios de América Latina, el pensamiento complejo constituye la base epistemológica de las reformas educativas que la Unesco impulsa en el mundo, como ambiciosa promesa de una educación del futuro. Como es sabido, la epistemología constituye una rama de la filosofía cuyo objeto de estudio es el conocimiento científico. Algunos investigadores prefieren considerarla como el estudio de los “significados”. La autora enfrenta metódicamente la crisis de paradigma imperante en el planeta, con sus innumerables descalabros ecológicos e ideológico-sociales, y propone un modelo que vuelve a entretejer las dimensiones de lo vivo, religando los saberes disciplinarios que la modernidad escindió a ultranza. Y afirma: “Los más grandes descubrimientos que tenemos por delante habrán de producirse en el propio corazón del sujeto, porque es allí, en su mundo interior –hasta ahora bastante inexplorado–, donde podremos descubrir la diversidad compleja del Universo”. A su vez, el profesor Morin ha señalado que la democracia sigue amenazada en el siglo XXI, tanto por la atrofia de habilidades humanas como por el socavamiento de la diversidad y la degradación del civismo. En su obra Los siete saberes necesarios para la educación del futuro resaltó la urgencia de educar la condición humana, la identidad terrenal y la comprensión. Y afirmó que hay que sustituir la visión de un universo que obedece a un orden impecable por una visión donde no se omita lo universal. Esto, a fin de que la educación del futuro impulse la idea de la unidad de la especie humana sin borrar su diversidad y sin que la diversidad borre la idea de la unidad. Al esquema globalizador del neoliberalismo contrapone un espíritu de planetización signada por comprensiones mutuas. Tuve la oportunidad de conversar ampliamente con la profesora Pozzoli, durante una clase sobre “Pensamiento complejo y aprendizaje” que dictamos la semana pasada en Santiago, para el diplomado en Educación Superior y Aprendizaje Metacognitivo de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Destacó que entre todos contribuimos a la reproducción de una cultura en la que se incentiva la desconfianza, la soledad, el individualismo, el aislamiento respecto de los demás seres vivos, la enajenación de los propios sentimientos y una inexplicable indolencia frente a la precaria permanencia que han de tener los recursos agotables de la naturaleza, o sea, nuestra propia vida. Por eso, esta inspirada educadora reclama la incorporación al modelo educativo imperante de la espiritualidad, el arte y la belleza. Mantuvimos, además, un amplio diálogo con el sociólogo chileno Antonio Elizalde, director de las ediciones UB y autor del libro Utopía y cordura, recientemente publicado en Buenos Aires, quien advierte enfáticamente sobre la grave amenaza que, para la supervivencia de nuestra especie, constituye el modelo económico en el que estamos inmersos y que nos ha llevado a la cima de una crisis feroz. Indica la necesidad de un profundo cambio civilizatorio basado en la idea de utopía y el relanzamiento de los sueños colectivos. El libro de Pozzoli está dividido en dos partes. La primera expone el marco conceptual del pensamiento complejo (que no debe interpretarse como complicado sino como un tejido de constituyentes heterogéneos) y la segunda incluye una serie de artículos que ilustran sus profundas intuiciones. De ellos se deduce que, para existir en el siglo XXI y en medio de una crisis de percepción, resulta necesaria una visión polifacética y flexible, pues somos seres complejos en estado de evolución y tenemos que aprender a pensar sin disociar al objeto de estudio de sus contextos de pertenencia. El historiador estadounidense William Irwin Thompson advirtió que “somos más de lo que sabemos: la ciencia nunca puede abarcar la totalidad del Ser.” Así, resulta pertinente el pensamiento complejo de Morin: todo desarrollo verdaderamente humano significa desarrollo conjunto de las autonomías individuales, de las participaciones comunitarias y del sentido de pertenencia de la especie humana. Por eso, urge fundar una nueva ética fraternal en el marco de una conciencia planetaria.



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EL PENSAMIENTO AMBIENTAL

EN ARGENTINA


por Daniel Eduardo Gutiérrez 1


Fragmento. Ensayo completo en:

http://www.cep.unt.edu/ISEE/Spring-Summer08.pdf


Ofrecer un panorama de la filosofía y el pensamiento ambiental de un ámbito o territorio determinado implica, en cierta medida, una decisión arbitraria
2 acerca de lo que significa “pensamiento ambiental” (o inclusive “pensamiento”). En este breve ensayo tomaré algunas expresiones y desarrollos reflexivos sobre las problemáticas ambientales desde perspectivas filosóficas de la Argentina. Si bien me centraré en los aportes filosóficos, también mostraré algunos exponentes de otras disciplinas humanistas (económicas, sociológicas, educativas) que procuran pensar nuestras relaciones con y en el ambiente y la naturaleza, buscando conceptualizar los elementos de esta relación, aunque haciendo hincapié en general en los aspectos reflexivos de justificación.


1 Profesor Adjunto de Ética ambiental y Ética profesional en la Universidad de Flores, Ciudad de Buenos Aires;

Profesor titular de Perspectiva filosófico-pedagógica en el Instituto CESALP, Ciudad de La Plata, Argentina.

El autor agradece a Ricardo Rozzi por sus comentarios y sugerencias editoriales al manuscrito.


DIFUSIÓN MASIVA DE LA MIRADA AMBIENTAL:
MIGUEL GRINBERG Y
ANTONIO BRAILOVSKY

Dos exponentes de las preocupaciones ecológicas han venido accediendo a los medios masivos de difusión desde hace ya varios años. Esto permitió, si bien en forma más o menos limitada, una divulgación mayor de la problemática. Con formación en historia económica aunque algo alejado de instancias propiamente académicas, educativas o de investigación crítica, Antonio Brailovsky participa un poco de estos tres elementos: profesor de universidades, eventualmente involucrado en proyectos ligados a temas educativos y con una gran receptividad masiva por sus opiniones que cuestionan las políticas ambientales actuales. Brailovsky tiene una larga trayectoria como autor de trabajos sobre economía, ecología y sociedad en diversas publicaciones de mayor masividad o de mayor especificidad científica. Su obra más reconocida y con varias reediciones es Memoria verde. Historia ecológica de la República Argentina (1999).23 En ella, Brailovsky, toma como referencia las diversas etapas de la historia económica del país, revisa las maneras de utilizar el ambiente y cómo esa utilización determinó o influyó en los sistemas económicos de turno.

Un comentario aparte lo merece Miguel Grinberg quién se destaca como una figura clave en los inicios históricos del pensamiento ambiental de la Argentina. Nacido en Buenos Aires en 1937, vivió durante su juventud de manera intermitente en los Estados Unidos, donde fue testigo de movimientos políticos y estéticos: el movimiento por los derechos civiles y la cultura rock de los hippies a la cual él adhiere. En ese contexto conoce a importantes personalidades intelectuales como Allen Ginsberg, Gary Snyder y Thomas Merton. Su formación superior se completa en el “Centro de Estudios Integrativos de la Universidad de Nueva York” donde obtiene el título de licenciado en sistemas.

Ya en Argentina, Grinberg manifiesta desde el comienzo una actividad multifacética: poeta, periodista, ensayista, historiador del rock argentino y de los movimientos alternativos, activista ambiental, visionario profético de sociedades ecológicas y sustentables. Funda y edita diversas revistas: Eco Contemporáneo en los 1960s, Contracultura en los 1970s y Mutantia en los 1980s en donde difunde la problemática ambiental escribiendo artículos propios y traduciendo trabajos de otros autores y activistas.

En la actividad radial, ya desde comienzos de los años ’70, Miguel Grinberg comienza a divulgar el concepto de “ecología social” haciéndose eco de los primeros escritos de Bookchin en Estados Unidos. Desde ya que esta difusión es mantenida a través de los años ’80 y ’90 en diversos programas radiales que tuvo a su cargo. También se desempeñó en otros medios de difusión como el Diario La Opinión, la Revista Panorama y la Agencia de noticias Télam.


La actividad ecologista de Grinberg es por demás notoria. Entre 1982 y 1986 fue miembro de la Junta del Environment Liason Centre (Nairobi, Kenya), en 1986 fue cofundador de la Red Nacional de Acción Ecologista (RENACE), también cofunda, en 1989, en Chile el Pacto de Acción Ecosocial de América Latina; fue coordinador de la Asamblea Ecológica Permanente de la Cámara de Diputados de la Nación Argentina; participó de la Cumbre de ONGs “Raíces del
Futuro” en 1991 (Paris), y de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo en la ciudad de Rio de Janeiro en 1992.

Miguel Grinberg ha desplegado una actividad educativa amplia y variada que incluye desde cursos en Universidades de Argentina y Brasil y diversos cursos en la ciudad de Buenos Aires sobre temas ambientales y su sistema de meditación creado por él mismo llamado “Holodinamia.” Ha escrito decenas de libros sobre ecología espiritual, desarrollo interior y ambientalismo. Grinberg insiste en la ecología espiritual con preocupaciones sociales animando
a la descentralización del poder, la autonomía (educativa, energética, alimentaria, etc.) y la solidaridad de base, junto con la no violencia. Por otra parte este difusor de la perspectiva ambiental reivindica a Bolívar y San Martín como libertadores con ideas de unidad latinoamericana que podrían ser compatibles con esos principios.24

Si bien Grinberg no ha elaborado un pensamiento ambiental en el sentido de la organización y la rigurosidad que presupone esta frase, este visionario representa un punto crucial en la emergencia del ethos ambiental argentino y quizá también el latinoamericano por diversas razones: lo inaugural de su planteo, lo integral de la necesidad de cambio (individual, social), lo diverso de sus perspectivas (política, social, histórica, personal). Por último, y no menos importante, Grinberg se constituye en un faro que ha mostrado vías de exploración y desarrollo de un incipiente pensamiento ambiental.

CONCLUSIÓN

Sin duda se trata en este ensayo de una simple aproximación. A partir de ella podemos aventurar algunas conclusiones. El pensamiento ambiental en Argentina25 observa cierta dispersión en sus manifestaciones, dispersión que representa la otra cara de la diversidad de las aproximaciones a los temas ambientales, tanto por las influencias a las cuales se remiten los distintos exponentes como por los contextos de producción de las ideas. Esta suerte de dispersión contrasta por ejemplo con el pensamiento ambiental colombiano, el cual, conformado en torno a la figura de Augusto Ángel Maya, logra cierto grado de unidad en relación a temas y enfoques. En gran medida la razón es la limitada cantidad de autores e investigadores dedicados a estos temas, reflejo de una sociedad que recién en los últimos años—quizá a causa de los diversos conflictos ambientales emergentes—empieza a acercarse y a tomar en consideración estas temáticas. Naturalmente, esta gran diversidad no niega semejanzas o ciertos acuerdos que parecen ser básicos: crítica a la agenda civilizatoria asociada a la razón eurocéntrica instrumental, denuncia de la anulación de la diversidad cultural—en paralelo con la diversidad biológica—como consecuencia de ese pensamiento eurocéntrico, crítica de los procesos de concentración de poder cultural político y económico, énfasis en la interdisciplina. Es de esperar que en los próximos años, el mayor ingreso a las prácticas teóricas de especialistas interesados en el ambiente promueva un marco de mayor desarrollo del pensamiento ambiental y mayor diálogo (y por que no discusión) al respecto, dada la diversidad de enfoques.


2 Por ejemplo incluyo a Rodolfo Kusch que no es un filósofo ambiental en sentido estricto. No se pregunta por la problemática ambiental sino que su indagación se centra en la relación del ser humano con la cultura. Por otra parte, no incluyo a Héctor Leis cuyo libro La modernidad insustentable (2001, Montevideo: Nordan-Comunidad) representa un interesante esfuerzo reflexivo por pensar lo ambiental desde lo político. Leis vive desde hace ya varios años en Brasil, y el referido texto se escribió en portugués y luego fue traducido.

22 Holland-Cunz, Bárbara (1994) Ecofeminismos, Madrid: Ediciones Cátedra-Universitat de València-Instituto de la Mujer.

23 Brailovsky, Antonio (1999) Historia ecológica de la República Argentina. Buenos Aires: Sudamericana.

24 Grinberg, (2000.) La sociedad inmolada. En El resignificado del desarrollo. Buenos Aires: UNIDA.

25 Es necesario aclarar que algunos de los exponentes citados pueden participar de más de un contexto de producción de conocimiento. Por lo tanto, dichos ámbitos no representan compartimientos estancos: por ejemplo Alicia Bugallo ha participado de experiencias como la Multiversidad de Buenos Aires, propuesta organizada por Grinberg y ha escrito artículos en Mutantia; Daniel Gutiérrez ha trabajado en educación ambiental y escribió dos artículos para Theomai; los participantes de Theomai desempeñan sus actividades principalmente en ámbitos universitarios; lo mismo que Carlos Galano quien lo hace en la Universidad de Rosario, etc. Sin embargo, por razones de organización del material y para los fines expositivos me pareció adecuado determinar diversos ámbitos en los cuales se presenta el pensamiento ambiental en Argentina.