A grandes rasgos, los humanos como especie estamos atravesando una de las mayores transformaciones imaginables en el orden evolutivo del universo. Estamos dejando atrás la etapa que hace unos once mil años dio paso a la llamada “revolución neolítica”.
No se trata de un relato de ciencia ficción sobre “otra realidad” cimentada sobre alguna fantasía sin asideros. Es el futuro de nuestra experiencia en
Neolítico significa “piedra pulimentada”, se aplicó al tercer y último período de
La palabra "noético" deriva de la raíz griega nous que significa "conocimiento, inteligencia, espíritu". Ha dado base a otros términos como noosfera (Pierre Teilhard de Chardin) o noología (Edgar Morin). En inglés, se utiliza con gran frecuencia en el ámbito estadounidense donde en Sausalito, California funciona un Instituto de Ciencias Noéticas fundado por el ex astronauta Edgar Mitchell. En francés, "noese" se usa con frecuencia como un adjetivo en círculos de estudios fenomenológicos (donde es definido el proceso de “conocer”) y también entre los semiólogos como “referente al conocimiento”.
La revolución noética fue preanunciada por pensadores como Henri Bergson, Albert Einstein y Werner Heisenberg, entre otros, y viene siendo configurada por Edgar Morin, Ilya Prigogine, Trinh Xuan Thuan, Ervin Laszlo, Hubert Reeves, Jacques Lesourne, Henri Atlan y muchos más. Entre nosotros, Hugo Rodríguez. El paleontólogo Teilhard documentó el modo en que la evolución cósmica (de la cual somos parte) ha pasado sucesivamente de
Quienes han explorado los potenciales anidados en la consciencia humana, mediante la meditación integral o los estados alterados de consciencia, revelan otras latitudes del conocimiento evolutivo. Es el principio de la mutación portentosa que fecunda el alba de la revolución noética. El principio de una era inédita.
Miguel Grinberg
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